sábado, 7 de agosto de 2010

La libertad de opción sexual y el matrimonio



La carta fundamental de los derechos del hombre es la pionera en legislaciones libertarias. Trascender ese eje conceptual a niveles inimaginables es la función que tenemos día a día.

Como la unión de pareja se ha ido modificando a través del tiempo, obviamente hay cosas que irían cambiando, como fuese entonces de la unión poligámica a la monogámica, de los matrimonios pactados por contrato de promesa al nacimiento del bebé a los matrimonios de libre elección e incluso de la costumbre del matrimonio a la unión de hecho.

Todos estos cambios se han generado por que el hombre en si mismo no es un ser lineal sino mas bien dinámico, es lógico por tanto la búsqueda por adaptar una institución jurídica consagrada en una norma sea de hecho o de derecho a una realidad que por supuesto no compagina con antes dicha norma.

Los cambios o reformas a veces son lógicos a veces ilógicos. A veces tienen su raíz antropológica, sociológica, sicológica, incluso a veces se los ejecuta para subsanar problemas.

Creo que esta última circunstancia es la que más se adapta a la realidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Ciertamente la homosexualidad es tan o más antigua que el matrimonio en sí mismo, más siempre se mantuvo alejada de la legislación dadas las implicaciones que su legislación conllevaría.

Pero en el párrafo anterior he aseverado dos puntos interesantes que quisiera desglosar uno por uno.

En primera forma, ¿cuales son los problemas que se subsanarían con legislarlo?:

  • Litigios por derechos patrimoniales en caso de separación y muerte
  • Derecho a beneficios por aseguración
  • Responsabilidad Solidaria en caso de demandas laborales o tributarias
  • Corresponsabilidad sobre deudas y obligaciones contraídas en general
  • Demostración legal y escrita de la unión
  • Capacidad de responsabilizarse sobre la salud en caso de accidente de uno de los cónyuges
  • Capacidad de Representación mutua en cualquier tipo de casos sin necesidad de autorización en los casos que no lo ameriten.

Segundo: ¿Si estuviera legislado cuales implicaciones conflictivas acarrearía a los individuos comunes obviamente heterosexuales?

  • Explicar a nuestros hijos que personas del mismo sexo pueden formar una familia
  • Explicar acerca del contacto sexual entre homosexuales
  • Lo religioso y lo legal, como explicar a nuestros hijos la contradicción que ambas tienen sobre el tema de la unión homosexual.
  • Las adopciones

Todas estas son unas de las pocas cosas que vienen a nuestra mente cuando hablamos sobre éste tema, difícilmente podría emitir un juicio de valor sobre esto, porque la norma no nos permite decidir sobre si estamos o no de acuerdo con la existencia de éste tipo de uniones, la norma tal cual está permite y deja en libertad a las personas elegir con quien estar, quien sería yo para contradecirla si tras de ella existe a más de la fuerza y el rigor coercitivo una maquinaria social de un sin número de personas que decidieron vivir su vida como consideran que deben vivirla.

Creo que la mejor manera de aceptar o negar la posibilidad de un matrimonio homosexual es sentarnos a meditar el porqué de nuestra postura, de forma tal que cada individuo tenga una razón lógica para ello. De este modo cada ciudadano será capaz de despojarse de la crítica homofóbica y responder si ciertamente es necesario o no implementarlo en nuestra legislación.

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